domingo, 7 de abril de 2013

MANOLO CARACOL, Ciudad de Panama, Panama


Nos encontramos en Panamá, un país diferente, un lugar que casi nadie tiene en cuenta a la hora de escoger un destino vacacional. Todos conocemos Panamá por el famoso canal y aunque Panamá ofrece muchísimas cosas (y todas buenas) al turismo, mi recomendación en este post de hoy es, precisamente eso, visitar las Exclusas de Miraflores en donde se puede disfrutar de una comida con vistas, viendo pasar a los grandes cargueros por las exclusas de Miraflores.

Llega la hora de cenar y hace tiempo que no paramos de oír el nombre de un restaurante; Manolo Caracol, así que rápidamente hacemos la reserva por teléfono (el mismo día y por la tarde cosa que ya nos extraña).




MANOLO CARACOL se encuentra en pleno Casco Viejo de Panamá y todo el mundo lo conoce. Se trata de un edificio antiguo donde entramos y lo primero que nos llama la atención es una especie de cocina abierta. El restaurante se encuentra medio lleno y rápidamente nos sientan en una mesa pegada a la pared y a un biombo donde no estamos precisamente cómodos.

El sistema de MC es sencillo, hay 8 o 10 platos, no se puede escoger, no se puede pedir nada, te traen los 8 platos que son los que ese día buenamente se le ocurren al chef.

Nos llama la atención que nadie nos pregunte nada, lo lógico ante un menú de este tipo es preguntar si hay algo que uno no puede comer o si uno tiene alergias a algo.

Nos traen rápidamente el menú de bebidas que viene eso si, de una manera simpática descrito en la parte de atrás de una pala. El menú de vinos es correcto y los precios bastante elevados.



La decoración de las mesas es sencilla, espartana, no aporta nada, tampoco el local así que esperamos con muchas ganas el primer plato.

PRIMER PLATO
La camarera nos trae un primer plato que a la vista, es sencillamente ridículo. 3 hojas de lechuga, medio champiñón, un trozo de zanahoria cocido, un poco de salsa de pesto y unas gotas de otras dos salsas. Ridículo. Sencillamente no aporta nada. Tampoco se esmera nada la camarera a la hora de presentarnos el plato. Ya no es que sea minimalista, es que es cutre. 




SEGUNDO PLATO

Crema de marisco con una brocheta de zamburiña y gambas, con un mejillón también en la crema, presentado en un cuenco cuadrado y minimalista. La crema está bien, quizás no lo caliente que debería de estar pero con buen sabor, aunque mi impresión es que sabe demasiado a vegetales y demasiado poco a marisco. A mis compañeros les gusta algo más que a mi. Aprobado alto.



TERCER PLATO

Ensalada de camarones con chic de camote y salsa de tamarindo. En resumen, dos camarones, 3 trozos de vegetal, una galletita de vegetal y un poco de salsa. Bien presentado pero soso y sin mucha gracia. Si hubiera tenido buen sabor le hubiéramos dado un aprobado alto, porque parece un plato algo trabajado (un poquito) pero soso soso.... Suspenso.




CUARTO PLATO

Albóndiga con tortilla de maíz. Aquí es cuando empezamos a pensar que nos estaban tomando el pelo. Una pequeña tortilla de maíz con una albóndiga de carne encima. Sosa, sin sabor y ridículo el plato.




QUINTO PLATO

Ravioli de vegetales con salsa Napolitana. Un gran ravioli con la pasta preparada muy bien, fina, light, son sabor y una salsa napolitana bien preparada. OK.



SEXTO PLATO

Corvina con salsa de plátano, curry y coco. En la foto no tiene mala pinta, pero el secreto de este plato debe de residir en la salsa y en la frescura de la corvina; pues congelada. En Panamá hay mucha corvina y se come fresca en casi todos los sitios. Es barata, tiene mucho sabor y al cortarla se rompe y se deshace en la boca. No está. La corvina viene pastosa y muy lejos de estar fresca. La salsa que es rica (puede gustar más o menos), me gusta, pero no esconde la mala calidad del pescado. Suspenso.





SEPTIMO PLATO

Arroz con pollo en salsa de mole. Ya cuando llega el plato y vemos la presentación nos podemos imaginar el resultado. Arroz cocido horas antes, mal emplatado con una base de pollo al mole que si que tiene buen sabor, pero que es demasiado poco pollo para tanto arroz. Mal.




OCTAVO PLATO

Bizcocho con uvitas y papaya. Otro plato que roza el ridículo. Un trozo pequeño de bizcocho (que no tenia ni buen sabor) con un par de mermeladas compradas en el super. Suspenso





La mayoría de estos platos fueron traídos a la mesa en un gran plato de manera que cada uno se servía su porción sin apenas explicación.

Pedimos la cuenta y con 5 cervezas y una botella de tinto (de los más baratos de la carta) salimos 4 personas a 60 dólares persona, es decir, un auténtico delito.

Realmente no se qué aporta Manolo Caracol al mundo de la gastronomía, pero hacía años, y muchos, que no me sentía tan enfadado y estafado. No me importa gastar dinero en un restaurante, no me importa que sean 50 o 200, pero quiero recibir lo que pago. Hay veces que 20 € puede ser muy caro y 100€ barato.




Manolo, sigue dándole así a tus clientes que más bien temprano que tarde tendrás que cambiar de negocio.

Hay veces que uno va a un restaurante y no es el mejor día, no escoge bien, no tiene suerte y por ende le da una segunda oportunidad. Esta visita fue tan mala, que prefiero dejarme 60$ en el McDonalds que en Manolo Caracol.

Nunca más.

Sencillamente "querer y no poder"

No dejéis de seguirnos también en:

www.secretosdelviajar.blogspot.com

Y en twitter
Secretos del Comer en @secretosdlcomer
Secretos del Viajar en @viajerosecreto

sábado, 6 de abril de 2013

REST. GUEYU DE MAR, Playa de Vega, Asturias, España




Nos encontramos una vez más en Asturias y aunque es Semana Santa, y sabemos que no es la mejor época para visitar un restaurante, aprovechamos un sábado sin agua para visitar el restaurante GUEYU MAR, del que tanto hemos oído hablar pero al que aun no nos hemos podido acercar.

El restaurante GUEYU MAR se encuentra en Playa de Vega, muy cerca de lugares tan bonitos como Ribadesella, Lastres, el Museo del Jurásico, etc.

Mi tip cultural o en este caso deportivo es combinar una jornada de golf en el precioso campo de golf de Berbes con una comida en este bonito rincón de Asturias.

El campo de golf de Berbes era un campo de golf de los que llaman “rural” y que ha ido creciendo y mejorando sus hoyos hasta convertirse en un buen campo de golf, sobre todo por el entorno donde se encuentra, por las vistas y por lo bien cuidados que suelen tener sus greenes.


Es uno de los pocos campos de golf en los que he estado donde, en medio de la partida, se te cruzan casi siempre unos cuantos venados que pastan a sus anchas por las inmediaciones del campo; precioso.


Una vez dejamos el golf, o el paseo, o la visita al precioso Parque Jurásico de Asturias localizado en Lastres, nos dirigimos al restaurante GUEYU MAR.

Lo primero que nos sorprende es la amabilidad con la que el día anterior, la persona que me descolgó el teléfono me atendió. No estamos acostumbrados a esto. Como no estaban a tope nos dieron mesa en el segundo turno así que dependíamos de que se levantasen los que habían reservado a las 2. Nos prometió que haría lo posible por tenernos sentados a las 3.30 Al llegar el día siguiente la misma amabilidad, y aunque nos sentamos a las 4, que te atiendan de esa manera te hace ver las cosas de otra manera.


Eramos 6 y casi antes de empezar ya habíamos tomado dos botellas de Albariño, la comida prometía. No soy un entendido en vinos o en cartas de vinos, pero los precios me parecieron cuando menos razonables. Terras Gauda 18€ y Viuda de Clicquot 40€

La carta tiene todo tipo de mariscos y pescados dependiendo de la época, ni carnes ni arroces.

Para los entrantes lo teníamos muy claro; Salpicón de Bogavante

Otras opciones son almejas, carabineros, percebes (de las buenas) y como todo es fresco y del mar, depende de lo que los pescadores locales hayan pescado ese día....

No soy de los que ratea y pide 4 raciones para 6 en restaurantes, pero es verdad, y pasa muchas veces, que si tomas varios entrantes luego sobran principales, y no están las cosas para tirar el dinero.

Como veníamos a probar el pescado a la brasa decidimos compartir 2 de Salpicón y pedir 6 raciones de un estupendo Rey (Virrey para los de ciudad verdad?). Tengo debilidad por el salpicón de todo tipo, pero especialmente por el de bogavante. He probado varios, muchos, pero NINGUNO como este.


Hay veces que es el exceso de cebolla, otra vez la falta de “bogavante” o la mala calidad del mismo, o que está demasiado pasado. El caso es que este que tomamos, es el mejor salpicón de “bugre” que jamás haya comido. Si quereis saber por qué, ahí teneis la foto, y si no os vale, al final del post os doy los datos del restaurante para que hagáis reserva.

No se exactamente lo que lleva, estaba tan absorto primero en sacar la foto y después en comerlo antes de que se acabase, que ni me fijé, sólo se que el sabor de la vinagreta era lo suficientemente suave como para no matar el sabor del bogavante; de eso se trata verdad?

Dependiendo de la época del año y de la pesca del día Abel te recomendará los pescados. Siempre hay donde escoger y siempre desde raciones individuales para algunos pescados hasta pescados completos para 4/6 personas e incluso medios pescados a la plancha.

Tiene buenísima pinta el pixin (rape), el mero, rodaballo, merluza del pincho, rey y seguro que cuando llegue el verano el bonito será una auténtica delicia... (y solo quedan dos meses para eso)

Entre risas y vino, llegó el Virrey. No se cuanto pesaba el Virrey, aquí en Gueyu Mar te cobra por ración, no por peso, pero a tenor de la foto, del tamaño de la mesa y del pez me atrevo a decir que no menos de 3Kg.


SUBLIME

El pescado se prepara a la brasa, muy lentamente, para que se haga como en la plancha pero con el sabor de la brasa, un poco ahumado, con ese sabor a leña sin llegar a confundir o impactar en el verdadero sabor a pescado. Se sirve sin salsas, o al menos eso parece, por lo que el pescado sabe a eso, a pescado, a mar.


He llamado a mi experiencia en GUEYU MAR “Hemorragia de felicidad gastronómica” porque la verdad, ha sido una maravilla.

El postre a la par, no recuerdo el nombre, pero con la foto creo que es bastante. Algo de compota de fresas con una crema riquísima y unas galletas; de muerte.


Cabe reseñar que de postre, compartimos entre varios otra ración de Salpicón de Bogavante, asi que imaginaros lo bueno que estaba.

Por supuesto que más vino, cafés y copas.

La cuenta? Grande, si. Es verdad que no todos los días se pagan 80€ por comer (por persona) como también es verdad que no todos los días, es más, también es verdad que hacía MUCHO MUCHO tiempo que no comía así de bien.

Como yo digo la comida no es que haya sido cara, sino que fue mucho dinero. Sin ir más lejos, la semana pasada en Panamá pagué 50€ por una cena que me hubiera parecido cara por 10€ (ya os lo contaré en un futuro post).

El pescado es de otro mundo, bueno, del Mar Cantábrico para ser exactos, fresquísimo, grande, increíblemente preparado. El salpicón para llorar, 5 botellas de vino y una de champán, postres, cafes, chupitos y un trato excelente.


Para no confundir a nadie decir que normalmente, si no te excedes con mariscos, las comidas en Gueyu Mar suele andar por los 50€ persona, entrante para compartir, pescado, vino y postre.

Aun no se cuando volveré, pero se que lo haré en cuanto este tiempo que estamos teniendo nos de un poco de tregua.

No quiero ni pensar como estará de bueno, un bogavante de 3 Kg cocinado a la parrilla... 

Para no llevarte una decepción reserva.

Restaurante Gueyu Mar
Playa de Vega
Teléfono: 985 860 863


Como le decía a Abel en un tweet el día de la comida, en GUEYU MAR cocinan POESIA….

Ahora os toca a vosotros comprender por qué...



www.secretosdelviajar.blogspot.com
Secretos del Viajar @viajerosecreto

www.secretosdelcomer.blogspot.com
Secretos del Comer @secretosdlcomer

lunes, 1 de abril de 2013

CASA IRENE, Baqueira Beret, Lerida, España


Nos encontramos pasando unos días en una de las mejores estaciones de ski de Europa, y la que a buen seguro, contiene una de las mayores ofertas gastronómicas no sólo del país sino de toda Europa.

El Val de Arán es conocido por su buen ski, pero también por su buena cocina, y la combinación de las dos hace de esta, la elección perfecta.

Uno de los grandes nombres de este valle es CASA IRENE, un precioso chalet que también es un pequeño hotel que alberga uno de los restaurantes con mejor fama de todo el Valle. 


CASA IRENE es parada obligatoria de la Familia Real Española y aunque este solo sea un dato anecdótico, nos pone en guardia por lo menos para saber que no vamos a comer a cualquier sitio. Imaginamos que barato no va a ser, pero estará a la altura?



Rapidamente lo descubrimos.

Entramos en casa Irena y rápidamente nos reciben y nos acomodan en una estupenda mesa redonda. Somos nueve y la logística es perfecta, el sitio estupendo, la decoración cálida, si no fuera por el resto de comensales, parecería que estás cenando en el salón de tu casa.


Nos sentamos y rápidamente aparece Irene a saludar, señora amable, atenta, lleva años al frente del negocio y lógicamente, entiende lo que se cuece.

Inmediatamente nos sirven una copa de cava, cortesía de la casa, que viene acompañada de una lasaña de pescado, riquísima….



Rapidamente echamos un vistazo a la carta, y como somos muchos, nos parece una buena elección el Menú Desgustación…. Dicho menú viene con “barra libre” de un excelente Rioja, Marqués de Vargas Reserva 2004. No tardamos mucho en decidirnos ya que el menú tiene muy buena pinta, y con ese vino no puedes decir que no.



El primer objetivo de cualquier negocio de hostelería está más que cubierto, sorprender al cliente y sobre todo, que se encuentre a gusto. Lo estamos; y tanto….

Llega el primer plato.



Canelones de oca del Gers con confitura de tomate, colmenillas y trufa. No puedo decir mucho de este plato, sencillamente ESPECTACULAR.

El servicio es rápido, eficiente, y nunca empalagoso. Antes de acabar el tinto ya está abierto el siguiente, como comentaba el vino viene incluido sin límite, lógicamente el negocio tiene que usar lo menos posible pero el cliente no lo debe de notar, y así es.

Entre chiste y broma llega el segundo plato, unas vieiras salteadas con aligot, crujientes de alcachofa y salsa cortada de hierba luisa. Quizás el nombre no diga demasiado, pero la foto, y el sabor de la comida hacen su trabajo…. Y vaya que si lo hacen… riquísimo.


De tercero llega, por llamarlo de alguna manera, el plato fuerte de la noche, Lomo de Buey a la Brasa con patatas, ceps y salsa bordalesa. La carne viene bien presentada, al punto que cada uno ha pedido, viene caliente y lo más importante, con un sabor para parar el tiempo y disfrutarlo.


Estamos felices y contentos de haber escogido Casa Irene para nuestra cena, somos 9 y la decisión ha sido consensuada después de muchas “discusiones”. No lo teníamos claro…. Pero de un plumazo, se nos han ido las dudas…

Y llega el postre.

Tengo que reconocer que no soy de postres, como también he de reconocer que con el paso de los años el postre,  he pasado de no tomarlo a disfrutarlo.


Tarta de manzana fina con helado de vainilla Bourbon, postre que se hace en Casa Irene desde 1973. Para morirse…. De verdad, es una especie de tarta de manzana rica no, riquísima, elegante, bien presentada; me muero…..

Para rematar nos tomamos unas buenas copas, bien preparadas (aunque no tienen una carta extensa de alcoholes). Y las tomamos en el salón, sentados en un sofá, disfrutando de la compañía y comentando la buena elección de esta noche.

Casa Irene ha sido una muy grata sorpresa. Por el lugar, por su decoración, por lo que te hace sentir, por la calidad de la comida, la presentación, los sabores, la singularidad de algún plato, por el servicio, el postre, por todo….
Casa Irene es un acierto; SIEMPRE.

Quieres saber por qué?

Pues ya sabes lo que tienes que hacer. Sencillamente; NO TE LO PIERDAS….